viernes, 19 de septiembre de 2014

Estoy real.

Ojalá mi yo de hace dos, tres o cuatro años supiera en la persona en la que me iba a convertir, estoy segura de que estaría orgullosa de haber cumplido con la mayoría de sus expectativas y de haber cambiado otras por las que ahora parecen las correctas, se sentiría con mas ganas de agarrarse a la vida y dejaría de escribir solo cuando no es feliz, dejaría de pasar las noches pensando en sentarse cerca del contenedor de basura, dejaría de pensar tanto las cosas y aprendería a tener la confianza que tiene hoy. Claramente si no hubiera vivido como lo hice durante el tiempo que se me queda atrás nunca habría llegado a ser la persona que soy en estos momentos, la persona que baila de todas las formas posibles y hace espectáculos en la calle para su familia, la que ha dejado sitio en su cabeza quitando las preocupaciones para meter mas sueños, dejando que su cabeza pierda la razón de vez en cuando y disfrutando de cada mota de polvo, conviviendo con los mosquitos y escuchando música que nunca pensó que escucharía, realmente mi yo de antes estaría orgullosa de que en vez de escribirle carítas sonrientes a la gente les de un motivo para sonreír.

Todavía hay un sentido en el que sigo siendo completamente la misma, aunque parece que mi obsesión a cometer faltas ortográficas aburre cada vez mas, no se si encontraré las palabras correctas en algún libro o las busque en algún diccionario, lo que esta claro es que las palabras no bailan para mi, pero todo es cuestión de tiempo, por que hace ya tiempo que no puedo sentirlas rascándome la tripa.