sábado, 15 de febrero de 2014

Yendo.

Buenas tardes querida, creía que me gustaba la monotonía, creía que lo que me quemaba en verano era hacer cada día una cosa distinta y que por eso siempre había preferido el invierno, mi opinión sobre esto no ha cambiado, pero si sobre la monotonía. Mi vida a llegado al limite del aburrimiento, todas las semanas empiezo echando de menos mi casa y todos los domingos por la tarde me apetece tumbarme en la cama a leer, todos los sábado quiero que me digan que se ha cancelado el ensayo y que puedo quedarme en casa sin hacer nada, absolutamente nada, como siempre acaba habiendo ensayo y yo acabo yendo, enfadada de que no lo hayan suspendido y quejándome de todo. Todos los viernes tengo ganas de no salir de fiesta, de esconderme debajo de las sabanas y no ver a nadie. Todos los jueves me siento eufórica al pensar que el viernes tendré ganas de salir. Todos los miércoles me alegro sin saber por qué de que haya llego la mitad del aburrimiento, para que empiece la otra mitad. Y todos los martes acabo sonriendo por tonterías tan grandes que en realidad siento que me rio de la pena que me da todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario